El Dolor Secreto de Meryl Streep: Amor, Pérdida Trágica de John Cazale y la Lucha que Forjó a la Actriz Más Grande de su Generación

Meryl Streep es un sinónimo de excelencia cinematográfica. Con 21 nominaciones al Oscar (la mayor cantidad en la historia de la actuación) y tres victorias, su legado es innegable. Sin embargo, su camino hacia la cima no fue un ascenso tranquilo. Estuvo plagado de dudas en su juventud, batallas físicas en su formación y, lo más notable, una tragedia amorosa devastadora que la obligó a pausar una carrera incipiente para enfrentar la mortalidad con la fuerza de un guerrero.

Esta es la historia de la pérdida que definió la vida de Meryl Streep y cómo su posterior resiliencia la convirtió en el ícono que el mundo adora.

Los Primeros Años: De la Inseguridad al Escenario

Mary Louise Streep nació en 1949 en Nueva Jersey. Su infancia fue un período de inseguridad; a menudo se describía a sí misma como una joven torpe con gafas y cabello rizado que no encajaba en los estándares de belleza tradicionales.

Dudas y Sacrificios: A pesar de su talento (incluido un breve entrenamiento operístico), Streep se sintió atraída por la actuación. En la Escuela de Drama de Yale, su dedicación fue tan intensa —actuando en más de 12 obras al año para cubrir su matrícula— que el estrés le provocó una úlcera estomacal. En esos momentos difíciles, incluso consideró abandonar la actuación para seguir una carrera en el derecho.
El Mentor y el Amor: Su vida dio un giro fundamental en los años 70, cuando conoció a John Cazale, el aclamado actor famoso por interpretar a Fredo Corleone en El Padrino. A pesar de ser 14 años mayor, se enamoraron profundamente.

La Devastación: El Amor Perdido con John Cazale

El romance entre Meryl Streep y John Cazale fue breve pero profundo. Justo cuando la carrera de Streep comenzaba a florecer con papeles en Julia (1977) y su primera nominación al Oscar por The Deer Hunter (1978), la tragedia golpeó.

Diagnóstico Terminal: Cazale fue diagnosticado con cáncer de pulmón en fase terminal. Streep tomó una decisión que marcó su carácter: puso en pausa su carrera en ascenso para dedicarse por completo a Cazale. Se mudó al hospital, ofreciendo cuidados constantes y apoyo hasta sus últimos momentos.
El Sacrificio: Su compromiso en los últimos meses de Cazale fue un acto de profundo amor y empatía que Meryl más tarde reconoció como la fuente de su fuerza y resiliencia. La muerte de Cazale en marzo de 1978 la dejó devastada, pero forjó su capacidad para “soportar las dificultades con poder y elegancia.”
La Consolidación de la Carrera: Seis meses después de la muerte de Cazale, Meryl Streep, en medio de su duelo, encontró consuelo en Don Gummer, un escultor amigo de su hermano. Lo que comenzó como una amistad se convirtió en un matrimonio que ha perdurado más de cuatro décadas, demostrando que la vida puede reponerse incluso de las pérdidas más grandes.

El Legado de la Excelencia y la Crítica

La década de 1980 marcó el ascenso imparable de Streep, cuya actuación en Sophie’s Choice (1982) —donde retrató a una sobreviviente del Holocausto y ganó su segundo Oscar— la consolidó como una de las actrices más grandes de la historia.

Críticas de sus Pares: A pesar de su éxito, Streep enfrentó críticas de sus compañeros. Katharine Hepburn la acusó de estar “excesivamente obsesionada” con su trabajo, prefiriendo un enfoque más natural. Susan Sarandon bromeó diciendo que Streep acaparaba “todos los papeles importantes para mujeres,” dejando a otras actrices al margen.
El Debate sobre el Glamour: La actriz Sharon Stone sugirió que el éxito de Streep se debía a su “apariencia de mujer normal,” en contraste con ella misma, que tenía “mejor apariencia pero no las mismas oportunidades.” Meryl Streep, sin embargo, demostró que su éxito se basaba en la conexión emocional y la inteligencia que aportaba a cada papel, no en los estándares de belleza de Hollywood.
Un Faro para Otras Actrices: Actrices de la talla de Viola Davis han reconocido públicamente que Meryl Streep “ha allanado el camino para todas nosotras,” incluyendo a las mujeres de color, al establecer un estándar inquebrantable de versatilidad y calidad.

A sus más de 70 años, Meryl Streep continúa aceptando roles complejos (desde The Devil Wears Prada hasta Little Women), desafiando los límites de la edad en Hollywood y manteniendo un equilibrio constante entre su intensa carrera y su vida familiar privada con Don Gummer y sus cuatro hijos. Su historia es un testimonio de que la dedicación, la resiliencia y el amor son los verdaderos pilares de un legado inmortal.