
El martilleo de la lluvia contra el parabrisas era un eco sordo del dolor que Donald Campbell llevaba en el…

La lluvia caÃa sobre Seattle con la fuerza de un dolor sordo, reflejando la tormenta que se agitaba en el…

El denso manto de nieve cubrÃa la ciudad, transformando las calles familiares en un laberinto blanco y helado. Dentro de…

La nieve caÃa pesadamente sobre Chicago, convirtiendo las calles en un laberinto blanco y helado. Dentro de su elegante coche,…

En el piso 32 de la Torre Powell, donde el horizonte de Manhattan se extendÃa como una promesa de poder,…

El zumbido rÃtmico de los teclados y el suave murmullo de los teléfonos llenaban la cavernosa oficina en el piso…

El sol se ponÃa sobre el barrio, tiñendo las calles con un resplandor dorado. Para Brenda, solo significaba que otro…

El sol se ponÃa sobre el barrio, tiñendo las calles de un resplandor dorado. Para Brenda, ese crepúsculo solo significaba…

Scott conducÃa a casa, exhausto. Como director de la empresa que su padre le habÃa legado, el peso de la…

Scott conducÃa a casa, exhausto. Como director de la empresa que su padre le habÃa legado, el peso de la…

El asfalto se extendÃa sin fin, flanqueado por prados ondulados ahora cubiertos por una amenazadora sombra gris. John Warton, de…

El asfalto se extendÃa interminable, flanqueado por praderas que se desdibujaban bajo un cielo gris amenazador. John Warton, de 33…

En el sofisticado mundo de “The Silhouette”, uno de los restaurantes más elitistas de Nueva York, Ethan, un mesero de…

En el corazón de Manhattan, Edward Whitmore, un millonario de la alta sociedad neoyorquina, habÃa construido un imperio que creÃa…

La lluvia caÃa en láminas implacables, un reflejo de la tormenta que se agitaba en el interior de Kathleen Walker….

La lluvia caÃa en láminas implacables sobre Chicago, un reflejo de la tormenta que se agitaba en el corazón de…

El horizonte de la ciudad se extendÃa como una jungla de acero y cristal, pero para Raymond Ellis, la vista…

El horizonte de la ciudad se extendÃa como una jungla de acero y cristal más allá de las ventanas panorámicas…

Richard Hayes bebÃa su café sin saborearlo. No era por placer, sino por rutina. Dos dosis precisas de espresso, un…

Richard Hayes no bebÃa café por placer, sino por rutina. Dos dosis precisas de espresso, un terrón de azúcar, sin…