Farm Truck y AZN: El Código de la Calle Roto y la Lucha Financiera que Terminó con su Reinado en Street Outlaws

Farm Truck y AZN no eran solo participantes en Street Outlaws; eran la personificación de la astucia callejera. Con su icónica camioneta Chevy C10 de 1970, un “sleeper” oxidado diseñado para engañar a los oponentes, el dúo se convirtió en el equipo más dinámico y creíble del show. Sin embargo, el telón de su fama se cerró abruptamente. Lo que muchos especularon era un simple final de contrato era, en realidad, el resultado de una dolorosa verdad: la traición financiera, el control absoluto de la lista por parte de su rival y una crisis de autenticidad que los llevó a la bancarrota.

 

El Arte del Engaño: El “Sleeper” y la Fama Ilegal

La identidad de Farm Truck (Shawn Whitley) y AZN (su compañero de charla, cuyo nombre real es Jeff Bennett) se basó en el engaño calculado. Su Chevy C10 parecía un camión viejo y maltratado, pero estaba equipado en secreto para competir con los autos más rápidos del país. Farm Truck era el conductor tranquilo y silencioso, mientras que AZN era el encargado de las habladurías, atrayendo a los oponentes a apostar contra un vehículo que subestimaban.

Su éxito impulsó la serie, pero también trajo consigo los problemas. Tras consolidarse, la audiencia notó una brecha entre la imagen de hermandad del show y la realidad. Los “signos de peligro” fueron evidentes, comenzando por el deterioro de la amistad con Shawn “Murder Nova” Ellington y las quejas silenciosas de otros corredores.

 

La Deuda de la Fama y la Bancarrota del Corredor

 

El motivo principal de la salida de Farm Truck y AZN de la franquicia Street Outlaws fue, sorprendentemente, financiero. A pesar de que el show se convirtió en un éxito millonario con altos ratings, la paga que recibían no cubría el costo de mantener y mejorar un auto de carreras de élite.

Farm Truck reveló la amarga verdad: “El dinero… no está yendo a nosotros, estamos prácticamente en bancarrota.” Citó que ganaba poco menos de $2,000 por episodio, sin compensación por dietas o gastos, lo cual era insuficiente para cubrir los costos de las piezas y el trabajo. El show se estaba financiando con los ahorros de su negocio personal de aire acondicionado y calefacción. Este desequilibrio creó una profunda frustración y la sensación de que habían sido utilizados por la producción para crear un show lucrativo del que apenas se beneficiaban.

 

La Traición del “Jefe”: Rivalidades y Poder Desmedido

La frustración financiera se combinó con el resentimiento hacia Big Chief (Justin Shearer), el Racemaster. Farm Truck y AZN sentían que Big Chief ejercía un control excesivo sobre la lista Top 10, manipulando las reglas y mostrando favoritismo. Creían que se les discriminaba porque su “Farm Truck” no parecía lo suficientemente sofisticado.

Las quejas de los corredores como Reaper y Ryan Martin se hicieron eco de la frustración de Farm Truck: la lista no era justa, y Big Chief siempre parecía tener una razón para mantener su posición o detener a un corredor que se acercaba a su lugar. El feudo con Big Chief se intensificó aún más por el apoyo que Farm Truck y AZN le brindaron a Precious, la corredora que también se enfrentó a Chief por las reglas del show.

Además, existía un trasfondo emocional. Algunos especulan que la animosidad de Chief hacia la dupla se debía al dolor por la pérdida de su mejor amigo, Tyler “Flip” Pretty, ya que AZN era un recordatorio constante del compañero de bromas que había perdido.

 

El Exilio Voluntario y el Nuevo Imperio Digital

La culminación de la frustración financiera y la tensión con Big Chief llevó a Farm Truck y AZN a una decisión de retiro voluntario de America’s List. Para Farm Truck, la autenticidad de las carreras se había perdido, y él no quería ser parte de un show que ya no era “real.”

Tras su salida, el dúo se centró en la reconstrucción de su marca en sus propios términos. Revitalizaron su negocio Farm Truck and AZN Garage, lanzaron una línea de ropa y crearon un fuerte seguimiento en YouTube. Su contenido, crudo y sin guiones, ofrecía la “realidad” que la televisión había prometido y no había cumplido.

AZN, por su parte, logró su propia independencia en la pista, construyendo su propio auto de carreras, un Volkswagen Beetle de 1966 apodado “The Dung Beetle”. Su capacidad para seguir compitiendo y prosperar en el espacio digital, en lugar de depender de los ratings, demostró que su espíritu outlaw se mantuvo fuerte.

El legado de Farm Truck y AZN es el de un dúo que, a pesar de ser traicionado por las finanzas de la televisión, logró un triunfo final al elegir la autenticidad sobre la fama. Su historia es una lección de que, en el mundo de las carreras, la lealtad y el respeto de la calle valen más que el dinero de un contrato.