El Doble Secreto de Barry Manilow: De su Matrimonio Roto a su Amor de 35 Años con Gary Kief y el Miedo que Paralizó su Revelación
Barry Manilow, el inigualable “Maestro Musical” cuyas melodías han definido generaciones, desde el vibrante ritmo de “Copacabana” hasta la melancolía de “Mandy”, cultivó un nivel de privacidad personal tan intenso que se convirtió en parte de su leyenda. Su vida amorosa, en particular su sexualidad y su relación de décadas con su mánager, Gary Kief, fue uno de los secretos mejor guardados de la industria del entretenimiento. La verdad, finalmente revelada en 2017, es una compleja narrativa de ambición, compromiso social, un matrimonio impulsivo y un amor duradero que tuvo que ser protegido de los prejuicios de la época.

La historia de Barry Manilow es la crónica de un hombre que creyó que la verdad sobre su corazón podría costarle su carrera, obligándolo a vivir una doble vida hasta que el contexto social y las circunstancias personales lo impulsaron a la honestidad.

Susan Deixler: El Matrimonio Fallido y la Gran Ambición
La primera relación importante en la vida de Barry Manilow fue con su amor de juventud, Susan Deixler. Su historia comenzó en los pasillos de la Eastern District High School en Brooklyn. En 1964, se casaron en un acto de impulsividad juvenil, en una ceremonia sencilla en el City Hall, evitando las tensiones familiares sobre una boda grandiosa. Manilow, en su autobiografía Sweet Life: Adventures on the Way to Paradise, confesó haberse “enamorado perdidamente” de Susan, a quien describió como “adorable” y la “chica más guapa de la escuela”.

Sin embargo, el matrimonio fue breve:

La Música Gana: El enfoque de Barry en su incipiente carrera musical, con proyectos como el musical The Drunkard, consumía sus noches. Manilow, con arrepentimiento, admitió más tarde: “No podía ser un marido apropiado… Estuve ausente todas las noches haciendo música”. Su intensa concentración y su falta de madurez juvenil pusieron una tensión insuperable en la relación.

El Adiós: En diciembre de 1965, Manilow buscó orientación, llegando a consultar al “Playboy Advisor”. Impulsado por la necesidad de seguir su “maravillosa aventura musical”, le comunicó a Susan su decisión de anular el matrimonio. La anulación se concedió en 1965.

El Símbolo del Piano: Inicialmente, Susan, dolida, solo permitió que Barry se llevara su ropa. Finalmente, accedió a que se llevara también su piano, un gesto que marcó simbólicamente el final de su vida compartida y el comienzo del ascenso de Barry.

A pesar de la ruptura, Barry siempre se refirió a Susan con afecto, describiéndola como la “esposa perfecta”. Décadas después, ella expresó su felicidad cuando se supo del matrimonio de Manilow con Gary Kief, confirmando un respeto mutuo.

Gary Kief: La Verdadera Ancla y el Secreto de 40 Años
El encuentro de Barry Manilow con Gary Kief a finales de la década de 1970 se produjo cuando la carrera del cantante estaba en plena explosión, un período que, paradójicamente, lo dejó sintiéndose “loco” y “solo” al regresar a un hotel vacío. Kief no solo se convirtió en su mánager por más de tres décadas, sino también en su compañero de vida, la persona con la que podía “llorar y celebrar”.

El Miedo de la Época: La relación entre Manilow y Kief se mantuvo en secreto porque el cantante creía que la sociedad no estaba preparada. Él mismo reflexionó que en los años 70, “ser gay no era gran cosa, pero en los años 70 habría matado una carrera”. Esta conciencia del estigma influyó profundamente en su decisión de proteger su vida privada.

El Matrimonio Secreto: En abril de 2014, la pareja dio un paso monumental al casarse en una ceremonia privada en Palm Springs, con solo 30 invitados que pensaban que asistían a un almuerzo. La boda fue oficiada por el asistente de Manilow, y su vecina, la actriz Suzanne Somers, actuó como su “padrino”.

Influencia de la Salud: La decisión de formalizar su unión estuvo influenciada, según informes, por los problemas de salud de Manilow, incluida la fibrilación auricular (una arritmia cardíaca) y una cirugía de cadera que lo dejó en silla de ruedas en 2011.

La Revelación: Manilow y Kief no anunciaron su matrimonio hasta su primer aniversario en 2015, y Manilow finalmente lo confirmó en una entrevista de 2017. El cantante describió el acto de salir del armario como un “no-evento”, pero era una necesidad para su cierre personal.

Críticas y Legado: La Lucha por la Autenticidad
La renuencia de Manilow a hablar públicamente sobre su sexualidad durante tanto tiempo le valió críticas de sectores de la comunidad LGBT. En 2002, un sitio web le recriminó por llamar “espeluznante” a la idea de dos hombres cantando un dúo, señalando una contradicción entre su vida privada y su imagen pública. Su amigo de la escuela, Ed Shapiro, recordó el ambiente hostil para las personas LGBT en su high school en 1961, lo que subraya el contexto de miedo que moldeó la juventud de Manilow.

Sin embargo, cuando la verdad finalmente salió a la luz, la reacción de sus fans fue abrumadoramente positiva, declarando que “el talento es talento, la sexualidad no importa”.

La relación entre Barry Manilow y Gary Kief es una historia notable de amor y compromiso que duró décadas en las sombras. Kief no solo le proporcionó estabilidad y apoyo en una carrera exigente, sino que su presencia permitió a Manilow enfocarse en su prodigiosa producción musical, que incluye no solo sus éxitos pop, sino también la composición de musicales (como Copa Cabana y Harmony), jingles icónicos para marcas como Band-Aid y McDonald’s, y su colaboración fundamental con Bette Midler como su pianista y productor a principios de los años 70.

Al final, Barry Manilow demostró que la privacidad y el amor podían coexistir, dejando un legado de música inolvidable y, finalmente, un testimonio de coraje y autenticidad.